miércoles, 24 de agosto de 2016

La Encuesta de "El Mostrador"

Se dice que el diario digital más leído es “El Mostrador”. Me alegro, porque tiene a bien acoger algunas columnas de este blog. Pero el hecho es que parece haberse contagiado del estado actual de enajenación de las “élites habladoras” (como las llama Paul Johnson) y, en sus ediciones recientes, publica una encuesta propia, algo festiva, que invita a votar por “el personaje público que se merece una tarde completa en una pieza oscura con ‘mano de piedra’ Rincón”. Es decir, debe elegirse al merecedor del peor castigo en nuestra sociedad. Y las alternativas que presenta son: Sebastián Dávalos, Sergio Jadue, José Piñera y Fernando Karadima.

          En otras palabras, tres personas sometidas a investigaciones penales y condena general ampliamente publicitadas, Dávalos, Jadue y Karadima, presentadas en la misma condición que un distinguido hombre público respetable, nunca inculpado de nada ilícito y autor principal de modernizaciones que explican en gran parte el progreso alcanzado por el país, como lo fueron en los ‘80 la Reforma Previsional, la Reforma Laboral y la Reforma Minera.

          Si ya eso parece insólito, lo es todavía más la respuesta de los lectores, que en una mayoría de 39% ¡condenan precisamente a José Piñera! como el más merecedor del castigo que se propone, quedando los restantes procesados con porcentajes menores. ¿Enloquecieron las “élites habladoras”?

          Por último, si “El Mostrador” hubiera incluido a Sebastián en lugar de José, pase, algo por lo menos se entendería, sabida su historia de ex gerente del Banco de Talca que perdió dos veces su capital, tras otorgar préstamos a sociedades en  que él mismo era socio; que después, como senador, concretó acuerdos políticos por sobre la cuerda con los gobiernos concertacionistas, mientras bajo cuerda negociaba la compra de acciones de LAN de la Corfo; el que, siendo senador, les vendió a los bancos su negocio de las tarjetas mientras anunciaba una moción para que debieran pagar intereses sobre los saldos de las cuentas corrientes, moción que retiró cuando los bancos le subieron el precio a lo que él pedía; el que preparó un cuadrillazo televisivo contra Evelyn Matthei cuando competía con él por una candidatura presidencial; y el que hoy mismo está comprometido en un caso de corrupción en Argentina y en la emisión de facturas objetadas (tanto que su administrador electoral y gerente de su empresa insignia está procesado en los casos SQM y Penta). Pero no, no se incluyó a Sebastián en la encuesta, junto a Dávalos, Jadue y Karadima, sino a su hermano limpio de polvo y paja. Y la mayoría del público que contestó la encuesta ha condenado a éste. ¿No es una locura completa?

          Y no sólo eso. La misma opinión pública consagra al propio Sebastián, con tales “atributos”, con las mayores preferencias en la última encuesta sobre candidatos presidenciales. Bueno, es la opinión pública que antes eligió como el “Más Grande Chileno de Todos los Tiempos” al peor gobernante de la historia del país, que además de arruinarlo y dejarlo al  borde de la guerra civil, recibió fondos clandestinos de ambas potencias de la Guerra Fría, según está históricamente documentado.

A este aparente estado demencial de los chilenos obedece el que salgan las masas a las calles para pedir el reemplazo de un sistema previsional que ha preservado exitosamente los fondos acumulados, haciéndolos redituar 8,2% promedio anual, y pidan reimplantar en vez de él un sistema de reparto, como el de antes de 1980, fracasado y quebrado y del cual se habían esfumado los fondos en perjuicio de los obreros más pobres, que obtenían pensiones mínimas o nada, en beneficio de unos pocos caciques políticos que las conseguían millonarias, como la de Miryam Olate de Andrade hoy (en la parte del sistema que sigue siendo de reparto); y que daba préstamos privilegiados a los mismos caciques, en pesos, cuando había inflaciones de dos dígitos que reducían a nada la devolución de los mismos; o que arrendaba departamentos de lujo construidos por las Cajas de previsión por cánones míseros a los favorecidos del gobierno de turno, todo lo  cual condujo a la quiebra del sistema. 

Sí, es lo que parece: Chile se ha vuelto loco

Columna del Blog de Hermógenes Perez de Arce.

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