Y ya vamos con seis, sí, seis boletines que les hacemos llegar con la verdadera situación que viven nuestros
Camaradas políticamente presos en los penales del país, en condiciones de vida que son únicas dentro de un
país que se dice civilizado. El principal, el Penal Punta Peuco, que ha sido emblemático en la verborrea de
aquellos que solo buscan venganza y satisfacer su odio. Es un edificio de una construcción que se podría decir
nueva, en la cual hay módulos donde pasan la mayor parte del día los condenados; estos recintos cuentan con
un pequeño patio al aire libre en el cual sus habitantes han sembrado pasto y sus pequeños jardines para tener
contacto con la naturaleza; lugares de estos hay cuatro y además otros dos que fueron implementados con
contenedores metálicos y un patío de radier. En esos espacios viven más de cien chilenos que juramentados a
cumplir con su deber de defender la Patria ante el comunismo, hoy purgan injustamente por ficción, con cárcel.
Las instalaciones se ven limpias y ordenadas, cuidadas al extremo por los propios presos que se han definido
reglas y turnos de buen vivir. Esa visión es la que hace que muchos que han conocido el lugar o han oído de él
lo definen como un sitio privilegiado: entre quienes viven en el encierro se turnan para repartir la comida,
hacer aseo a los lugares comunes, atender a los enfermos, consolar a los afligidos, etc....
Dentro de todos los que están cumpliendo condena hay “seres humanos”, no bestias como la prensa
interesada y la propaganda ha convencido a la mayoría de los chilenos que ellos son, son personas que
merecen dignidad y tienen derechos aunque estén condenados. Hemos sido testigos de una serie de
entrevistas y reportajes del Padre Fernando Montes, S.J., el abogado de DDHH Héctor Salazar, el Presidente de
la Corte Suprema Ministro Hugo Dolmetch, las esposas e hijas de condenados y el abogado José Zalaquett y
otros que quizás vendrán, quienes han sido enfáticos en resaltar la necesidad de un trato humanitario hacia
aquellos que estando condenados y cumpliendo su pena, sean personas mayores y enfermas; se les debe dar
un trato humanitario –no indulto– , para que puedan continuar cumpliendo sus condenas con los cuidados de
sus familias. La agrupación MIS CAMARADAS está absolutamente comprometida con esa causa y hará todas
las gestiones que así sean pertinentes, para apoyar este tipo de acciones de buenas personas, que si bien
causaron que algunos de los nuestros estén en prisión en el cumplimiento de su profesión, hoy día y mañana
aboguen por los derechos humanitarios de soldados que en un momento dado al actuar, solo pensaron en el
porvenir de su Patria toda, y ya superan la edad como para valerse de sí mismos; como también su salud los
convierte en una carga para los demás.
www.miscamaradas.cl
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